¿Es beneficioso subir el precio de la vivienda al empezar a vender?
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Muchas personas que venden su vivienda creen que inflar el precio de la vivienda y luego ir bajándolo en la negociación es una buena idea. En España es muy común esta táctica, pero ¿beneficia al propietario? ¿Es beneficioso subir el precio de la vivienda al empezar a vender?
“Es un sector que valora captar el inmueble, no si se capta a un precio justo”, nos dice Gonzalo Bernardos, profesor de la Universidad de Barcelona y famoso analista inmobiliario: “Más tarde ya habrá tiempo de explicar que a ese precio no hay ningún interesado, por lo que habrá que bajar el precio. Y en mi opinión esto contribuye al desprestigio de la profesión”.
Para Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria, se trata de “una práctica asentada en la mentalidad española. El comprador quiere pagar menos de lo que vale, y el propietario quiere cobrar más de lo que vale, pero al final el precio lo pone el mercado”.
Toni Expósito, director general de Comprarcasa, introduce otra variante coyuntural en el análisis: “Varía enormemente según crece la oferta o la demanda. Hacia mediados de 2019 nuestra valoración era que cerca del 85% de los pisos estaban sobrevalorados en un 20%. Sin embargo hoy, y dado que desde Navidad notamos un enfriamiento de la demanda y un periodo de reflexión más prolongado, los precios empiezan a contenerse y reflejar cifras más próximas a la realidad”.
Punto de vista compartido desde la tasadora Tinsa por César Escobar, codirector de Control de Valoración: “El mercado inmobiliario español se basa en una economía de mercado cuyo principio básico es la ley de la oferta y la demanda. Es un mercado heterogéneo y su evolución depende fundamentalmente de las condiciones económicas, sociales, administrativas y urbanísticas de las diferentes zonas geográficas, en el que la negociación se debe considerar como un ingrediente más del propio sistema”.
¿Subir el precio al iniciar la venta favorece al vendedor?
Según expertos hacer esto da pocas ventajas. “Sobrevalorar una vivienda el 15% o el 20% en un mercado alcista puede ser posible”, sigue comentando el profesor Bernardos, “va a tardar más en vender, pero la subida de los precios te va a atrapar en unos meses, como ocurrió de 2004 a 2006. Pero sobrevalorar un 15% en la actual coyuntura es muy peligroso, porque vas a perder un tiempo importante. Lo que no sabe el comprador porque nadie se lo dice, es que en esta coyuntura el margen para negociar ha aumentado brutalmente, por lo que debe hacer una oferta”.
Duque también identifica desventajas. “Al inflar los precios se excluye a muchos posibles compradores por pensar que es inaccesible para ellos. Y al no venderse la casa, no queda más remedio que ir bajando paulatinamente hasta ponerla a precio real de mercado”. Por ello desde Alfa Inmobiliaria advierten del riesgo de quemar la vivienda: “Cuando se publica por primera vez en los portales, en esos primeros días es cuando se produce el mayor número de vistas. Si estamos muy caros, todas estas personas que la ven la descartarán y ya solo queda esperar el goteo que llegue a medida que se van produciendo las bajadas. Y en ese proceso muchas personas pueden perder interés por ella”.
¿El método de subir el precio ayuda al mercado?
Expósito opina que este hecho “viene muy bien a los profesionales inmobiliarios, ya que nuestro asesoramiento a los propietarios que confían en nosotros está acompañado de testigos de venta reales de operaciones nuestras, precios de cierre real del Registro de la Propiedad y de notarías. Es la diferencia entre poner a la venta un inmueble o hacer una estrategia para venderlo”.
¿Debería eliminarse este método?
“Sí, creo que es una práctica que deberíamos erradicar, para lograr mayor transparencia y eficacia en el sector”, comenta Expósito. Para Duque “sería muy beneficioso para todas las partes eliminar esta práctica. De hecho, es una labor que realizamos cuando un vendedor llega a una de nuestras oficinas, le informamos del precio real al que esa vivienda podrá venderse en un plazo de tiempo adecuado”.
Pero Bernardos no vislumbra grandes señales de cambio: “No lo veo, al menos de momento. Desde luego pasa por prácticas como que el propietario se conciencie de que no le resulta beneficiosos, pero también de que el agente inmobiliario capte con mayor conocimiento de mercado y pedagogía, y los portales informen de forma clara sobre la rebaja en los precios desde que se anuncian. Pero de lo que estoy convencido es de que cada vez hay menos ‘mirlos blancos’ porque el comprador está más informado. Y menos habrá este año en el que nadie va a pagar ni un euro más de lo que considere justo”.
Fuente: idealista