Mercado hipotecario: ¿Hipoteca fija o hipoteca variable? Esa es la cuestión
Las hipotecas a tipo fijo afrontan un futuro de intereses bajos con ofertas inferiores al 2%, algo que no se veía en los últimos 25 años, para pelear con los préstamos hipotecarios a tipo variable. Con el euríbor en torno al 0,06%, las hipotecas variables siguen siendo más baratas en la actualidad, pero la principal cuestión es hasta cuándo van a durar este panorama de intereses tan bajos.
Los últimos datos de octubre publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que las hipotecas contratadas con tipos fijos alcanzaron el 9,7% del total, creciendo más de tres puntos en lo que va de año. En diciembre de 2014 se contrataron un 6,4% del total.
¿A qué se debe este aumento? Las ofertas de los bancos son cada vez más agresivas para conseguir nuevos clientes ante la caída de la concesión del crédito. Pese a que los intereses están prácticamente ‘por los suelos’, el acceso sigue siendo complicado para muchas familias y los bancos no ven compensado aún las nuevas hipotecas con las que se cancelan.
Las hipotecas fijas tienen actualmente un mayor interés que las variables pero permiten tener mayor seguridad sobre lo que ocurrirá en el futuro, fuera de los vaivenes de la economía. Su cuota, pese a estar en intereses por debajo del 2%, sigue siendo más alta que una hipoteca variables con el actual euríbor.
Al ser generalmente por más años, las cuotas del préstamo variable también se abaratan. Pero cuanto más tiempo de vida tenga la hipoteca variable, más riesgo se tiene que las cuotas del préstamo cambien.
Con las actuales condiciones de una hipoteca fija, que recordamos se mantienen durante toda la vida del préstamo, se llegaría a pagar menos que una hipoteca variable, en el hipotético caso de que el euríbor subiera en los próximos años, por ejemplo, a los máximos que ya ha conocido, por encima del 5% en verano 2008.
Otro tema a tener en cuenta son las comisiones que se pagan y el importe de los gastos asociados a una compra como impuestos, gastos de notaría, registro sobre compra y constitución de hipoteca. Es más común encontrar gastos de apertura entre las que se ofertan a tipo fijo que en las variables. Las comisiones por amortización parcial o total varían según el tipo de préstamo.
El cliente siempre tiene aún la opción de renegociar las condiciones de la hipoteca con la entidad financiera, aunque haya que asumir algún gasto adicional.
Pero no hay que olvidar que antes de firmar cualquier préstamo hipotecario se hace imperativo realizar una simulación de lo que se pagaría tanto con un hipoteca fija como variable, y qué pasaría si el euríbor subiera en los próximos años. Se trata de conocer si con los ingresos actuales se puede o no hacer frente a su pago.
Fuente: Idealista.com