Los precios de los alquileres vuelven a subir tras siete años de caídas
Vivir de alquiler ha dejado de ser una opción marginal. España había sido hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria un país de propietarios. Todavía lo es, pero menos. En la época del boom el 80,6% de los ciudadanos residía en un inmueble que había comprado, según Eurostat, la oficina estadística de la UE. Hoy reside en una vivienda de propiedad el 78,8% de la población. La proporción sigue más cercana a los países del este de Europa que a Alemania o Austria, donde alquiler y propiedad conviven a la par.
Hoy hay más oferta y demanda. «La crisis inmobiliaria supuso que muchos dueños de pisos vieran que no podían venderlos y decidieran sacarlos al mercado de alquiler», explica el profesor de Economía de la Universidad de Barcelona Gonzalo Bernardos. Durante estos años han llegado a España fondos internacionales que han comprado paquetes de viviendas para alquilar. La crisis de los mercados financieros, además, ha implicado que el ladrillo se haya vuelto a convertir en un activo refugio para los inversores.
Un tercio busca alquiler
La demanda también ha crecido y, según un reciente informe de Tecnocasa, un tercio de los hogares que buscan casa quieren arrendar. El alto nivel de desempleo y la bajada salarial que se produjo durante la crisis han hecho que el alquiler sea la única opción para miles de ciudadanos, lo cual supone que el volumen de viviendas para arrendar que hay en el mercado sea insuficiente. «En España la única política social de vivienda es el alquiler privado», resume Julio Rodríguez, economista y vocal del Consejo Superior de Estadística.
En ese contexto, los alquileres han vuelto a subir. A falta de datos oficiales sobre el precio de los nuevos contratos, las principales plataformas inmobiliarias comienzan ya a recoger incrementos en el conjunto de España tras siete años de caídas que abarataron los alquileres en cerca del 25%. Sin embargo, los aumentos no son homogéneos. «Hay tres grupos de ciudades. Barcelona, que va por libre y subió muchísimo; otro con Madrid, Málaga o Bilbao, con incrementos elevados pero más razonables, y uno con localidades que siguen sin despegar», explica Fernando Encinar, fundador de la plataforma Idealista.