Entrevista a la presidenta de la AEGI – María José Corrales
ÍNDICE DEL ARTÍCULO
- ¿Por qué cree que los españoles son, por lo general, reacios a comprar o alquilar vivienda utilizando la intermediación de un profesional y prefieren hacerlo entre particulares?
- ¿Qué pueden hacer para ganar la confianza del consumidor y conseguir que la intermediación profesional se convierta en algo inherente a las transacciones inmobiliarias?
- ¿Cómo piensan afrontar este reto?
- ¿Podrían hacer algo las administraciones para apoyarles?
- ¿Por qué en España no pueden hacer lo mismo?
- ¿Cómo espera que se comporte el mercado de la vivienda durante 2016?
- Iniciativa útil
[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]María José Corrales, propietaria de la inmobiliaria Vivienda2, asumió hace casi un año la presidencia de la Asociación Empresarial de Gestión Inmobiliaria (Aegi), patronal que desde 1989 agrupa a la mayoría de agencias inmobiliarias del país, con un objetivo principal: el de reivindicar la importancia de este sector y situarlo en el lugar que, en su opinión, se merece.[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Para ello, está tratando de fortalecer este «proyecto asociativo», abogando por «la formación, la especialización y la cualificación profesional» como pilares en los que sustentar un sector que necesita recuperar la confianza de sus clientes. Corrales hace un balance «muy satisfactorio» de los 11 meses que lleva en el cargo, aunque reconoce que los retos pendientes son muchos y muy importantes.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
¿Por qué cree que los españoles son, por lo general, reacios a comprar o alquilar vivienda utilizando la intermediación de un profesional y prefieren hacerlo entre particulares?
Hasta hace poco procedíamos de la cultura del yo me lo guiso, yo me lo como. Esta realidad, unida a una enorme falta de cualificación por parte de nuestro colectivo profesional, ha generado una falta total de reconocimiento y respeto por esta profesión. A nadie se le ocurriría recurrir a su conserje o a un cuñado en paro para que le haga la instalación eléctrica de su vivienda, para que le defienda en un juicio, o para que le extraiga una pieza dental. Entonces, ¿por qué la compraventa o el alquiler de una vivienda, que es una de las decisiones más importantes que toma una persona en su vida, se lo encargamos a cualquiera?
¿Qué pueden hacer para ganar la confianza del consumidor y conseguir que la intermediación profesional se convierta en algo inherente a las transacciones inmobiliarias?
Tenemos mucho por hacer. Una de las primeras cosas es conseguir conformarnos como colectivo profesional especializado. Necesitamos cohesionar criterios y confiar en nosotros mismos como especialistas capaces de generar beneficios a nuestra sociedad. Lo siguiente, y a la par, será luchar por cualificarnos profesionalmente, ya que será esta cualificación la que nos llevará a especializarnos y será esta especialización la que hará que definitivamente nuestro cliente encuentre ese beneficio que justifique el pago de la factura a un profesional. Algo determinante es que los profesionales dejemos de vender inmuebles para entrar de lleno en la venta de ventajas para el consumidor.
¿Cómo piensan afrontar este reto?
Tenemos que ser capaces de cambiar la imagen de oficio de paso, siempre bajo sospecha de oportunismo y suerte, apenas cualificado y por tanto poco reconocido y respetado por nuestra sociedad, a la de una profesión reconocida por ser útil y beneficiosa para el bolsillo de nuestros usuarios. Para conseguirlo, es fundamental la concienciación por parte de los mismos profesionales y empresarios de este sector de la necesidad de especializarnos, para obtener esa cualificación necesaria que haga.
¿Podrían hacer algo las administraciones para apoyarles?
Mucho. Nos lo podrían poner más fácil promulgando normativas y leyes que exigieran que los profesionales se registraran obligatoriamente bajo unos mínimos de garantías y seguridad para los consumidores, en aspectos como los seguros de responsabilidad civil y caución; unos mínimos de formación, unos requisitos de estructura para ejercer la actividad, etc. Los presidentes de los colectivos profesionales y empresariales más importantes, así como de colegios, estamos buscando la forma de entablar diálogo con nuestras instituciones con el fin de buscar viabilidad a dicho reto.En países como EEUU, los agentes inmobiliarios son quienes manejan las principales estadísticas, que son las que se emplean a nivel gubernamental para medir la salud del sector.
¿Por qué en España no pueden hacer lo mismo?
Aquí estamos en pleno proceso de transición hacia la profesionalización y confío en que muy pronto estaremos preparados para intervenir en la mayor parte de las transacciones de nuestro mercado. Será entonces cuando tengamos el poder de los datos. Desde Aegi estamos trabajado muy duro para conseguirlo. Será a través de ésta y de otras muchas acciones que ya están en marcha con las que podamos demostrar definitivamente lo útil y beneficioso que resulta nuestra intervención en el mercado.
¿Cómo espera que se comporte el mercado de la vivienda durante 2016?
Mi esperanza es que se muestre cauto en cuanto a subidas de precios demasiado bruscas. No conviene caer en la euforia. Debemos tener en cuenta de dónde venimos y por qué caímos en esa debacle.
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Iniciativa útil
Aegi ha editado junto a la Comunidad de Madrid una ‘Guía Breve sobre Vivienda’ en la que se dan consejos útiles a los consumidores sobre el alquiler o la compra tanto de viviendas nuevas como usadas.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]
Artículo orignial: El mundo
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