Vinculaciones hipotecarias, “en peligro de extinción”
La firma de una hipoteca suele venir acompañada de cláusulas o vinculaciones con las que los bancos hacen, en muchos casos, buen negocio. Exigencias como tener que abrir una cuenta nómina en su entidad, domiciliar algunos recibos y, otras más duras como es contratar un seguro de hogar, de vida o planes de pensiones. Pero algunas de esas vinculaciones tienen los días contados tras la crisis y actualmente son poco más que “una especie en extinción”.
Ahora que parece que ha pasado lo peor de la recesión en nuestro país y la banca comienza a recuperarse, una de las prioridades de las entidades financieras es la de empezar a dar créditos y préstamos. En este caso, las hipotecas no son una excepción y aunque los bancos aún son bastante selectivos a la hora de dar préstamos, “son los clientes los que empiezan a tener la sartén por el mango”, lo que va a provocar que se flexibilicen algunas condiciones.
«Durante la época de crisis hemos visto que las entidades financieras -en una situación de cierre completo del crédito- obligaban a acatar a los clientes tipos de interés altos y aceptar vinculaciones duras, como son por ejemplo los seguros (vida, hogar y protección de pagos), que a pesar de ser beneficiosos, los clientes los perciben como un gasto obligatorio importante condicionado al pago de la hipoteca.»
No obstante, desde principios de año esta tendencia está cambiado y los bancos, “empujados por la necesidad de dar hipotecas”, están bajando los diferenciales (ya inferiores al 2% en muchas entidades) y “la tendencia es la de cada vez menos vinculaciones”.
En este sentido, el primero en abrir la veda en este tipo de situaciones fue banco santander, al ofrecer una hipoteca solo con vinculaciones “light” como son las de añadir una cuenta nómina, la domiciliación de recibos y un seguro de hogar del que además regalaban el primer año, y desvincular su préstamos a otros productos como los seguros.
«Los bancos se están viendo obligados a quitar vinculaciones desde el principio y están cambiado el modelo haciendo que las vinculaciones sean de carácter opcional”. De este modo, el responsable de idealista hipotecas prevé que en los próximos años lo que vamos a ver es la adjudicación de préstamos con vinculaciones light que no exijan al cliente un desembolso extraordinario, en “una estrategia más encaminada a captar clientes para luego intentar vincularlos a otros productos, pero siempre opcionales.»
A pesar de lo optimista de la situación conviene no engañarse, el “gancho” de los bancos ahora será ofrecer menos vinculaciones a costa del diferencial. De este modo podemos encontrarnos con entidades que ofrezcan diferenciales bajos con vinculaciones algo más fuertes y otros con diferenciales normales (sobre el 2%) con cláusulas light.
Por eso, se recomienda que, para buscar una hipoteca, el cliente “solicite diferentes propuestas para poder comparar y hacer una análisis, sobre todo de las vinculaciones a futuro”. No debemos olvidar que si firmamos cláusulas con un alto grado de compromiso hoy puede ser que en 5 años no podamos hacer frente a todos los gastos (y hay que recordar que la media de las hipotecas es de 25 años).